La situación de los migrantes en la frontera de México podría convertirse en una crisis humanitaria

TIJUANA — Esta ciudad mexicana estaba abrumada, incluso desde antes de que el presidente Donald Trump decidiera construir un muro en la frontera.
El año pasado comenzaron a llegar tantos migrantes haitianos con la esperanza de cruzar hacia Estados Unidos que las iglesias, los salones comunitarios, los programas de clases extracurriculares, los centros de rehabilitación y ciudadanos particulares han abierto sus puertas para darles techo, comida y ropa.
En un albergue, cerca de 250 inmigrantes (hombres, mujeres y niños) comparten dos escusados y una regadera. En una iglesia están apretujados 400 más. Un comedor de beneficencia aloja a cientos en corredores, la bodega y un terreno a la intemperie en la parte posterior.
Ahora, a algunos funcionarios y defensores les preocupa que el plan de Trump pueda dar pie a una crisis migratoria en pueblos y ciudades a lo largo de la frontera y, de hecho, en todo México.

“Será de verdad muy muy bueno para México”, declaró.
Sin embargo, algunos defensores y funcionarios internacionales prevén una posible pesadilla para el país.
Una creciente cantidad de personas ha estado dirigiéndose hacia el norte desde Centroamérica, escapando de la violencia y la pobreza en su tierra natal. Durante el año fiscal 2016, que terminó en septiembre, aproximadamente 409.000 personas fueron atrapadas mientras trataban de cruzar la frontera suroeste de Estados Unidos, lo que representa un incremento del 23 por ciento en comparación con el año fiscal previo, de acuerdo con estadísticas del gobierno estadounidense. Esta tendencia se ha mantenido durante los meses recientes.
Mientras más migrantes sean detenidos en la frontera de Estados Unidos y más indocumentados sean deportados del mismo país, más abrumadas estarán las comunidades fronterizas, los refugios para migrantes podrían sobrepoblarse, los niveles de desempleo podrían aumentar y México sería el que tendría que soportar esa carga, sostienen defensores y funcionarios.
“Nos preocupa”, dijo Christopher Gascón, representante en México de la Organización Internacional para las Migraciones. “La forma en que México maneje esto será un aspecto preocupante. No creo que tenga la capacidad para absorberlo”.
Incluso antes de esta semana, México ya estaba enfrentando presiones migratorias extraordinarias. Las olas de centroamericanos que se dirigen al norte ya habían puesto a prueba a la patrulla fronteriza mexicana en el sur del país y han provocado un aumento en la cantidad de personas que solicitan asilo en México, de más del doble de 2015 a 2016.

Semple, Kirk. (2017). La situación de los migrantes en la frontera de México podría convertirse en una crisihumanitariaThe New York Times, 5. 

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